La seguridad social es un servicio público creado con el fin de proteger a los ciudadanos y asegurarles unas prestaciones mínimas cuando sean necesarias, por ejemplo, en caso de enfermedad, desempleo o jubilación.
Se trata de un servicio público ofrecido por el estado español y sus fondos provienen de las cotizaciones de los trabajadores y de las empresas.
Como hemos dicho anteriormente, este servicio es accesible por todos los ciudadanos, sin embargo, las prestaciones se dividen en dos tipos: contributivas y no contributivas. Esto quiere decir que para acceder a las prestaciones contributivas hay que cumplir una serie de requisitos de cotización.
La Seguridad Social garantiza el bienestar y protección de las personas por medio de un gran abanico de ayudas y prestaciones. Los dos tipos de prestaciones principales son:
Son servicios que perciben las personas de manera directa:
Son las ayudas que se perciben de forma económica: